D-E-01 – MIÉRCOLES ECONÓMICO. REIMPULSO AL SECTOR FARMACÉUTICO. – 13 de octubre de 2021.

ABORDAJE:

1. Cuando se formalizó la guerra económica lo dijimos: seremos los venezolanos con el trabajo y la fe quienes desbloquearemos al país. Estamos avanzando en esa dirección.

2. Sin duda, hoy experimentamos un cambio radical en la base económica y cultural del país.

3. El pasado 8 de octubre se cumplió un año de la Ley Antibloqueo: vamos a actualizar nuestras leyes para fomentar la producción.

4. Quien no produzca sus alimentos y sus medicinas no podrá lograr plena independencia. El siglo XXI será testigo: nosotros podremos hacerlo.

5. Producción, ciencia y amor a la patria: las tres claves de la Venezuela Potencia.

1- CUANDO SE FORMALIZÓ LA GUERRA ECONÓMICA DIJIMOS QUE SÓLO NOSOTROS, CON EL TRABAJO, DESBLOQUEARÍAMOS AL PAÍS. ESTAMOS AVANZANDO EN ESA DIRECCIÓN.

– La guerra económica inició formalmente en el 2014 con el decreto del presidente Barack Obama donde se nos declaraba “objetivo militar”: el eufemismo fue el de la “amenaza inusual y extraordinaria”. Se fue construyendo a partir de ahí una arquitectura leguleya que creó las condiciones para las agresiones que siguieron y recrudecieron con la llegada del supremacismo a la Casa Blanca. Trump fue el jefe de una operación internacional contra nuestro país. Colombia fue el enclave: extracción de alimentos, combustible y medicina para crear desabastecimiento, robo de billetes nacionales para desestabilizar a la moneda y finalmente el llamado dólar Cúcuta o dólar criminal para producir inflación aguda. Al ver que no podían con estas operaciones sucias desestabilizaron los precios del petróleo, se nos violó el derecho a refinanciamiento de la deuda y finalmente se nos coartó el derecho de vender y comprar en el mundo.

– Muchos empresarios prestados a la política no lo vieron venir. Se imaginaron que estas acciones sólo las sufría el gobierno y que las sanciones tendrían un efecto negativo personalizado.

– Hoy todos los empresarios y comerciantes verdaderos, es decir, quienes viven de su trabajo honradamente, comprueban lo que advertimos: la guerra económica no mira carnet político, no discrimina credos, ni ideologías.

– El Bloqueo ilegal y las sanciones criminales han sido el pretexto para robarse activos nacionales cuya rentabilidad se invertía en el país y redundaba en la economía total.

Dijimos desde el primer momento que el bloqueo sólo podía acabar con el Estado monoproductor, que es débil e incapaz por naturaleza, porque fue diseñado así para beneficio de las trasnacionales. Dijimos que el bloqueo sólo podía paralizar la economía monodependiente, pero no a un país dispuesto a reinventarse y a soltar sus fuerzas productivas. Ese país se está levantando hoy, es real y tiene con qué liberarse de la dictadura de las sanciones.

2- SIN DUDA HOY SE SIENTE EL CAMBIO RADICAL EN LA BASE ECONÓMICA Y CULTURAL DEL PAÍS. ESTUDIEMOS A FONDO ESTE FENÓMENO.

– El bloqueo nos ha hecho daño, sin dudas. A todos los venezolanos y venezolanas por igual. He dicho en varias oportunidades que este fenómeno es uno de los factores para un cambio de época. Por un lado las sanciones ilegales trastocaron la base material derrumbando las débiles estructuras del sistema rentista. El rentismo petrolero fue y sigue siendo, un verdadero estado de dependencia que nos hizo vulnerables a la dominación cultural, ecónomica y política durante el siglo XX. Obstruida la libertad de comercio de nuestro rubro fundamental, cayeron en un 99% nuestros ingresos. El impacto fue brutal. Esto produjo en los primeros meses una atrofia del Estado a todos los niveles de gobierno, que se había acostumbrado a gestionar desde la comodidad de la chequera. Y en el plano social generó un gran malestar. Esta crisis del rentismo tuvo impacto en la llamada cultura del petróleo o consumismo.

– Ante este panorama, en 2016 introdujimos la idea del necesario cambio del modelo de producción y consumo más allá del rentismo petrolero. Decretamos, más certeramente, la muerte del rentismo.

– El primero en sumarse a este llamado fue el pueblo. La agricultura urbana, las empresas comunitarias comenzaron a proliferar. Con la creación de los motores se sumaron los pequeños empresarios, luego los más grandes.

– No hay otro camino: diversificar la producción. Soltar las amarras de la creatividad y de las capacidades científicas, productivas, imaginativas para construir un nuevo Estado de Bienestar Productivo e Independiente.

– Hoy las medidas de flexibilización han dado resultado en el comercio: el uso de divisas convertibles redunda en una economía real que va consolidándose. Han surgido los emprendimientos de todo tipo.

– En definitiva, material y culturalmente estamos encaminados en la recuperación económica y todo bajo las sistemáticas agresiones y sanciones.

– He dado la instrucción al Gabinete económico de estudiar a fondo estos fenómenos con el fin de orientar la política financiera, monetaria, con sentido estratégico y de cara a responder y solucionar los problemas concretos.

– Hay un gran potencial en el pueblo, hay demasiada riqueza por producir en esta tierra bendita.

3- EL PASADO 8 DE OCTUBRE SE CUMPLIÓ UN AÑO DE LA LEY ANTIBLOQUEO: VAMOS A ACTUALIZAR NUESTRAS LEYES PARA FOMENTAR LA PRODUCCIÓN

– Lo repito mil veces: a Venezuela se le cercenó el derecho al libre comercio. No sólo se nos prohibe de facto, por medio del amedrentamiento contra el mercado, vender nuestros productos, petróleo, hierro, gas, entre otros, también se nos impide comprar materias primas o bienes de consumo indispensables para la población.

– Hemos hecho magia para subsistir. Tenemos amigos en el mundo, muchos más de lo que se imaginan los enemigos del país y sus agentes locales como Julio Borgues, Leopoldo López, Tomás Guanipa, Juan Gauidó.

– Amigos y aliados estratégicos que nos han apoyado en tiempos dificiles como estos de la pandemia; socios comerciales en todas partes del mundo que reconocen en Venzuela un provedor y comprador solvente, responsable y confiable. No podemos decirlo todo porque eso incrementaría la persecución contra la economía.

– Para protegerlos y proteger las riquezas nacionales hemos creado instrumentos legales que van dando resultado.

– Por ejemplo, la Ley Antibloqueo, que cumplió su primer añito el pasado 8 de octubre. Es un instrumento que ha sido clave para avanzar en nuestra resistencia heroica al brindar estrategias audaces de desbloquearnos nosotros mismos con visión soberana y de lucha permanente.

– 44 artículos de la Ley nos han permitido desarrollar políticas de confidencialidad, de desarrollo estratégico en algunos sectores, que nos facilitan procesos y nos dan herramientas para tener la capacidad necesaria con el fin de mantenernos de pie en medio de tantas agresiones.

– Esta ley capta las inversiones extranjeras bajo un método de seguridad y confidencialidad, porque deben saber que todo el que le vende algo a Venezuela, invierta o haga cualquier transacción con nosotros es perseguido, amenazado y sancionado. Con esta ley tenemos las capacidades necesarias para, en medio de un criminal bloqueo, recuperar la economía y buscar fuentes de desarrollo, inversión y complementariedad.

– Está ley ha querido ser satanizada pero no han podido ni podrán. Tenemos la fortaleza espiritual, moral, ética y política para hacerla cumplir y enrumbarnos hacia un mejor futuro pese a las hostilidades y amenazas.

– Venezuela tendrá el primer año de crecimiento, después de más de un lustro donde la guerra multiforme, el bloqueo y los robos de nuestros recursos en el exterior comprometieron el Estado de Bienestar Social Integral que construyó el comandante Chávez y que yo extendí en mis primeros años, con una visión estratégica, humanista y solidaria.

– Uno de los argumentos que nos han permitido crecer es la Ley Antibloqueo, junto al emprendimiento del pueblo venezolano y al nuevo sistema productivo que se adaptó a los tiempos difíciles y diversificó y potenció sus capacidades para apostar a la economía real y a la soberanía en cada área para alcanzar metas históricas y ejemplares.

4- QUIEN NO PRODUZCA SUS ALIMENTOS Y SUS MEDICINAS NO PODRÁ LOGRAR PLENA INDEPENDENCIA. EL SIGLO XXI SERÁ TESTIGO: NOSOTROS PODREMOS HACERLO.

– Algo aprendimos de la crisis mundial agudizada por la pandemia: quien no produzca sus alimentos y sus medicinas será vulnerable ante el mercado mundial que muestra su deshumanización en los momentos más críticos para la humanidad.

– Las sanciones contra Venezuela se agudizaron en plena Pandemia. Se fueron del país al menos 16 empresas trasnacionales (parte del Complejo Industrial, Médico, Farmacéutico, Financiero), entre ellas: Bayer, Sanofi, Novartis/Alcon, Janssen, Astrazeneca, Glaxo, Boehringer, Merck, Servier, Galderma, Novonordisk, Grunenthal, ABBVIC, Bristol, Roche y LUNDBECK.

-Sólo un motor farmacéutico nacionalista puede garantizar el derecho de nuestro pueblo a los medicamentos y a la salud. Puede ser bajo diferentes formas, mixtas, privadas, estatales, pero la industria farmacéutica debe ser ante todo nacionalista, debe dolerle la patria. ¿Es mucho pedir? No lo creo.

– El poder de los grandes productores de alimentos y de las farmacias es inmoral y se traduce en control de las poblaciones, injerencia política en las naciones y finalmente en dominio absoluto.

– Una independencia económica pasa necesariamente por construir un poderoso sistema soberano de producción de medicinas y alimentos para el autoabastecimiento nacional.

– Por eso son tan importantes estas jornadas de los miércoles: podemos pasar revista, dialogar y crear junto a los sectores productivos políticas y estrategias comunes que apunten a la defensa de nuestra soberanía en este sentido.

– Debemos cada vez más afianzar nuestra economía en la producción real de bienes y servicios. ¿Seguiremos siendo un país exportador de petróleo e hidrocarburos? Sí, pero no monoproductor. No podemos volver a ser dependientes de este rubro.

– Ahora que aprendimos a sobrevivir sin esta renta, todo lo que provenga de ella debe ser invertido en el agro, en la producción cárnica, lechera y también en la producción de medicinas.

-Para crear un motor farmacéutico soberano se requiere mucho trabajo

-Debemos en primer lugar, impulsar la producción de materias primas en el país. Cortar de raíz la dependencia. Esto será a mediano plazo seguramente, pero no perder el rumbo es clave.

– En lo inmedito debemos activar las compras nacionales de medicamentos esenciales. Es decir sustiruir importaciones.

– Hay un eslabon débil acá y son las farmacias independientes que han cerrado o que pueden cerrar a causa de la baja dispensación de medicamentos. Las boticas que fueron quebradas por los modelos oligopólicos de venta de medicinas.

– Tenemos un Estado fuerte ahora. El Ministerio para Industria, el de Ciencia y Tecnología y otros entes públicos y privados, pueden concretar esta ruta de sustitución de importaciones del Sector Farmacéutico.

– El Instituto Nacional de Higiene puede hacer más expeditos los trámites regulatorios, expedientes, permisos, registros y certificados de medicamentos. Y una vez satisfecha la demanda nacional este motor puede captar divisas: tenemos Bancoex que está abierto para recibir propuestas de empresas nacionales con planes de exportación.

5- PRODUCCIÓN, CIENCIA Y AMOR POR LA PATRIA: LAS TRES CLAVES DE LA VENEZUELA POTENCIA.

– Debemos levantar la tesis del comandante Chávez sobre el agrosocialismo, autosustentable en todos sus niveles: emprendimientos personales y comunales. Desarrollo empresarial e industrial. Desarrollo de las fuerzas productivas del propio Estado, turismo, explotación de minerales estratégicos, producción de conocimiento intelectual, patentes, etc.

-Debemos tener una agenda científico-económica aplicada a los diferentes frentes productivos. Apostarle a la economía real.

– Nuestra política social no la cambiará nada ni nadie: el Estado de Bienestar Bolivariano, Socialista y Cristiano es el objetivo superior, pero esto necesita una base material sólida diversificada, auténticamente sustentable.

– Un Estado de Bienestar eficiente y mejorado sostenido por el trabajo productivo de todas y de todos sin exclusión, es lo que nos proponemos ahora. Blindar la economía con nuestras propias fortalezas de las agresiones externas.

– Es Venezuela lo que tenemos en común y es bastante motivo para unirnos en esta tarea de recuperar su estabilidad económica.

– No me canso de decirlo: la riqueza estratégica somos nosotros, nosotras, los hijos e hijas de la patria de Bolívar, bendita por Dios y por la historia grande.