Dso-23 – MENSAJE DEL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO MOROS POR LOS 211 AÑOS DE LA FIRMA DEL ACTA DE LA INDEPENDENCIA. – 05 de julio de 2022.

ABORDAJE

1. Desde hace 2011 años, cada 5 de julio, los venezolanos y venezolanas de bien nos reunimos, bajo el mismo cielo que vio jurar a nuestros próceres, a reafirmar nuestra independencia, conscientes de que cada día es un día de victoria sobre las nuevas circunstancias y los nuevos enemigos de nuestra libertad y derechos conquistados.

2. Este año 2022 tuve la dicha y el honor de ascender a 15.319 hombres y mujeres que han consagrado su vida al servicio de esta gran nación llamada Venezuela. Hoy, como nunca, tenemos una Fuerza Armada unida en los valores y los ideales de Bolívar, y en el proyecto histórico de reconstrucción republicana que el comandante Chávez rescató para esta y las futuras generaciones. En la era Bicentenaria 2022-2030, ustedes siguen escribiendo la historia de los invictos de Carabobo, Bomboná y Pichincha.

3. Mientras existan imperios, todo lo que heredamos y amamos está en riesgo. Nadie se duerma en los laureles: pido a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mantenerse alerta contra la maldición santanderista, que en sus últimos días se muestra más agresiva y rencorosa contra el espíritu de Bolívar que anda suelto, como hace 200 años por el continente.

4. Hemos pasado por todas las pruebas posibles y hoy podemos mirar con altivez nuestra bandera nacional, como un solo pueblo, como una nación soberana, como una revolución para la libertad perpetua. Año 2022, los hijos de la independencia, en perfecta unidad, en perfecta fusión cívico-militar, cantamos al Gloria el Bravo Pueblo mirando el futuro que nos pertenece. Viva el 5 de julio de 1811, viva la valentía de los padres fundadores, viva hoy y siempre la Venezuela libre y soberana.

MENSAJE

Queridos y queridas compatriotas, querido pueblo en armas, que hoy se dispone a marchar para celebrar el nacimiento de esta tierra sagrada y refrendar el juramento de defenderla con la vida, conscientes de que la Patria, esta Patria que nos vio nacer libres, es la garantía de una existencia superior.

1- DESDE HACE 2011 AÑOS, CADA 5 DE JULIO, LOS VENEZOLANOS Y VENEZOLANAS DE BIEN NOS REUNIMOS, BAJO EL MISMO CIELO QUE VIO JURAR A NUESTROS PRÓCERES, A REAFIRMAR NUESTRA INDEPENDENCIA, CONSCIENTES DE QUE CADA DÍA ES UN DÍA DE VICTORIA SOBRE LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS Y LOS NUEVOS ENEMIGOS DE NUESTRA LIBERTAD Y DERECHOS CONQUISTADOS.

Cada 5 julio nos reunimos bajo el mismo cielo los venezolanos y venezolanas de bien, los patriotas de todos los tiempos, que con sacrificio y valor venimos construyendo el irreductible patrimonio de nuestra República: la independencia.

Este mismo cielo ha sido testigo de nuestras victorias y dificultades y sobre todo, de nuestros continuos levantamientos, siglo tras siglo, década tras década, año tras año, contra cualquier tipo de imperio que nos amenace. Este mismo cielo que nos ha visto alzar los puños en cada combate y levantar la frente en cada coyuntura adversa, cuando ha estado en juego nuestra dignidad y nuestros derechos como Nación, puede dar fe de que esta generación de bolivarianos y bolivarianas ha salvaguardado, un año más, los principios, los ideales y las instituciones que nos dieron la grandeza en el pasado.

Bien sabemos que no ha sido fácil. Ser libres, de hecho, no es un oficio para cobardes ni perezosos. Se necesita, como ha demostrado nuestra historia, un espíritu valiente e incansable consagrado en trabajar todos los días contra las fuerzas extrañas y la propia inercia, el vigor y la voluntad de ser soberano ante cualquier circunstancia.

Nadie crea que después de firmarse el Acta de Independencia y refundarse con ella las instituciones republicanas, hace 211 años, se había consolidado el proyecto. Antes, durante y después de ese acontecimiento que, sin duda alguna, marcó el cambio de una época para las entonces colonias españolas, las conspiraciones y las intrigas se sucedieron unas tras otra, tensando el destino político de nuestra naciente República. El primer intento de emancipación política, por sus propias características sociales, encontró los más enconados adversarios dentro de los connacionales que, bien por intereses personales o bien por enfrentamientos de clase, terminaron enfrentados en una guerra intestina muy conveniente para el ejército realista, que entonces encabezaba el sanguinario Monteverde.

Los enemigos no suelen tener patria. Si nos fijamos bien en la historia, la mayoría de quienes se insurreccionaron contra la Primera República eran criollos: un fenómeno que tristemente sigue vivo en el siglo XXI. En aquel entonces no había una conciencia de la venezolanidad, de Patria. Tener una conciencia de la venezolanidad, tomarla, forjarla, significará el Decreto de Guerra a Muerte de Bolívar, que fue una respuesta a la barbarie realista en lo militar y al mismo tiempo un reconocimiento de la necesidad de construir una conciencia de nacionalidad.

La firma de la independencia no fue el punto de llegada sino el punto de partida para llevar a la realidad lo que se decretaba en el papel. Que no solo se acatase la ley soberana sino que se hiciera cumplir en sus propósitos de liberarnos para siempre de la tiranía española. Una década de combates a lo largo y ancho de esta tierra y la mitad de la población costaría a nuestra patria liberarse en Carabobo. Las traiciones y las intrigas no han signado nuestro destino, pero tampoco podemos decir que se han superado para siempre.

La independencia no es, nunca ha sido, un hecho estático y cerrado. La independencia es una posibilidad viva que exige de nosotros el coraje de sostenerla día a día, la audacia de actualizarla al calor de los cambios que experimenta el mundo sin claudicar los principios. ¿Seremos libres e independientes en el convulso y cambiante siglo XXI? Esta es la pregunta que debemos responder con nuestras propias vidas, es la interrogante que nos interpela ética y moralmente a quienes hemos tomado el testigo de los libertadores desde cualquier trinchera de lucha. Y la respuesta tiene que ser siempre una reafirmación en los hechos, como ha sido hasta ahora la respuesta del pueblo venezolano.

2- ESTE AÑO 2022 TUVE LA DICHA Y EL HONOR DE ASCENDER A 15.319 HOMBRES Y MUJERES QUE HAN CONSAGRADO SU VIDA AL SERVICIO DE ESTA GRAN NACIÓN LLAMADA VENEZUELA. HOY, COMO NUNCA, TENEMOS UNA FUERZA ARMADA UNIDA EN LOS VALORES Y LOS IDEALES DE BOLÍVAR, Y EN EL PROYECTO HISTÓRICO DE RECONSTRUCCIÓN REPUBLICANA QUE EL COMANDANTE CHÁVEZ RESCATÓ PARA ESTA Y LAS FUTURAS GENERACIONES. EN LA ERA BICENTENARIA 2022-2030, USTEDES SIGUEN ESCRIBIENDO LA HISTORIA DE LOS INVICTOS DE CARABOBO, BOMBONÁ Y PICHINCHA.

– Cuando se elige una vida de servicio a un pueblo estamos obligados a llevar la consciencia por encima de nuestros propios límites individuales, hasta llegar a sentir el destino de la patria hasta en las vísceras, como decía ese gran venezolano historiador, el maestro Augusto Mijares. A ustedes les correspondió ascender en compromiso, en lealtad, en la capacidad de fusionarse con el pueblo y con la historia para seguir escribiéndola frente a las nuevas batallas y a los nuevos enemigos. Les toca ser la tropa, los generales, los comandantes de la Era Bicentenaria 2022-2030, honrar a los invictos de Carabobo, Bomboná y Pichincha, venciendo cada amenaza y salvaguardando el proyecto de Colombia La Grande, que aún le queda mucho por realizar. Cuando marchen hoy, sientan en sus pasos los pasos de Guaicaipuro, de Bolívar, de Sucre, del Negro Primero, adelante, abriendo el camino. Y sientan también que detrás de ustedes marcharán otros y otros más. Tienen el deber de despejar el camino, de garantizar que la República Bolivariana de Venezuela transite el nuevo mundo que ya empieza a florecer crecida y fortalecida en derechos y virtudes.

3-MIENTRAS EXISTAN IMPERIOS, TODO LO QUE HEREDAMOS Y AMAMOS ESTÁ EN RIESGO. NADIE SE DUERMA EN LOS LAURELES: PIDO A LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA MANTENERSE ALERTA CONTRA LA MALDICIÓN SANTANDERISTA, QUE EN SUS ÚLTIMOS DÍAS SE MUESTRA MÁS AGRESIVA Y RENCOROSA CONTRA EL ESPÍRITU DE BOLÍVAR QUE ANDA SUELTO, COMO HACE 200 AÑOS POR EL CONTINENTE.

Queridos compatriotas, queridas compatriotas. Esta fecha patria la vivimos con la certeza de nuestra recuperación económica, de nuestra estabilidad política y de nuestro renacimiento cultural. Sin embargo, no podemos cantar victoria. Mientras existan imperios todo lo que heredamos y amamos está en riesgo. Nadie se duerma en los laureles: pido a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mantenerse alerta contra la maldición santanderista que en sus últimos días se muestra más agresiva y rencorosa contra el espíritu de Bolívar, que anda suelto hoy más que nunca despertando a los pueblos. El gobierno saliente de Duque no aprendió de sus fracasos y planea acciones desesperadas para desestabilizarnos. Máxima alerta, se trata de la oligarquía rancia que asesinó a Sucre, una oligarquía decadente, sin escrúpulo, que terminará en el basurero de la historia con los que no tienen ni han querido tener patria.

4- HEMOS PASADO POR TODAS LAS PRUEBAS POSIBLES Y HOY PODEMOS MIRAR CON ALTIVEZ NUESTRA BANDERA NACIONAL, COMO UN SOLO PUEBLO, COMO UNA NACIÓN SOBERANA, COMO UNA REVOLUCIÓN PARA LA LIBERTAD PERPETUA. AÑO 2022, LOS HIJOS DE LA INDEPENDENCIA, EN PERFECTA UNIDAD, EN PERFECTA FUSIÓN CÍVICO-MILITAR, CANTAMOS AL GLORIA EL BRAVO PUEBLO MIRANDO EL FUTURO QUE NOS PERTENECE. VIVA EL 5 DE JULIO DE 1811, VIVA LA VALENTÍA DE LOS PADRES FUNDADORES, VIVA HOY Y SIEMPRE LA VENEZUELA LIBRE Y SOBERANA.

Los venezolanos y venezolanas somos un pueblo guerrero, que ha pasado por todas las pruebas posibles y hoy puede mirar con altivez la bandera nacional, como un solo pueblo, como una nación soberana, como una revolución para la libertad perpetua. 5 de julio del año 2022, aquí estamos los hijos de la independencia en perfecta unidad, en perfecta fusión cívico-militar dispuestos a parir dos siglos más de Independencia.

Viva la valentía de los padres fundadores.

Viva el 5 de julio de 1811.

Viva el 5 de julio de 2022.

Vivan los 2011 años de victoria bolivariana.

Y que viva hoy y siempre la Venezuela libre y soberana.