D-P-06 – REUNIÓN CON FRACCION DE DIPUTADOS DEL GPP DE LA ASAMBLEA NACIONAL. – 04 de enero de 2022.

ABORDAJE:

1. Cerramos un año con buenos resultados y el 2022 es propicio para consolidar las victorias políticas, sociales y económicas.

2. El 2022 es el primer año del cambio de época y la revolución bolivariana debe ponerse a la vanguardia y aplicar, junto al pueblo, cambios en sus métodos de gobierno y en sus formas de hacer política.

3. Pensando en el cambio de época he propuesto un sistema de gobierno basado en la consulta directa y la cogestión popular: 1×10 del buen gobierno, mapa de soluciones y agenda concreta de acción.

4. Estos 5 años de agresiones nos dieron una curva de aprendizaje: ahora somos más fuertes y podemos gobernar cada vez mejor, con sentido revolucionario y conocimiento científico de la gestión.

1- CERRAMOS UN AÑO CON BUENOS RESULTADOS Y EL 2022 ES PROPICIO PARA CONSOLIDAR LAS VICTORIAS POLÍTICAS, SOCIALES Y ECONÓMICAS.

-No cabe duda de que las metas que nos trazamos hace un año se cumplieron con creces. No era un año fácil y el éxito se debe a que diseñamos desde temprano cada uno de nuestros pasos como Gobierno Revolucionario, teniendo identificados los frentes de batalla.

-En lo que se refiere a la Institucionalidad del País, podemos decir que logramos aplastar nacional e internacionalmente cualquier vestigio de duda creíble en torno al llamado gobierno interino, que fue la estrategia por la que apostaron EE.UU. y la U.E. y de la que intentan salir con maromas cada vez más desproporcionados. La instalación y puesta en marcha de la nueva Asamblea Nacional terminó de pulverizar la estrategia. Ayer en la madrugada le dieron a Guaidó una estocada, que querrán maquillar al mundo, pero que es imposible de sostener. Eso habla de la ausencia de estrategia y sobernaía política del llamado G-4.

-El calendario electoral se ha ido cumpliendo y con las

elecciones del pasado 21 de noviembre, el Estado junto a todas sus instituciones, se fortalecieron de manera irreversible.

-En lo político hemos obtenido una victoria contundente, intachable y heroica. Contundente, porque la Revolución ganó 19 gobernaciones y el 60% de las alcaldías del país. Intachable,porque la jornada de las megaelecciones se desempeñó en un clima de paz y de verdadera fiesta democrática, en la que participaron 37 organizaciones con fines políticos y con la observación de 300 personas de misiones electorales internacionales. Y es heroica, porque se hizo bajo condiciones extraordinarias, producto de las sanciones criminales que han afectado los ingresos económicos del país y la vida de todos los venezolanos y venezolanas desde hace 5 años.

– La Revolución Bolivariana no se enfrentó a un contrincante ideológico solamente, sino a los efectos de una guerra económica que ha dañado los servicios públicos, el ingreso salarial de la población, etc.

– Esta victoria del chavismo es un contragolpe frente al golpismo, que no ha cesado ni un instante en su proyecto de asaltar el poder por vías ilegales. Es una forma de desbloqueo frente a las medidas coercitivas que nos prohíben comprar y vender nuestros productos.

– Estamos claros en que sólo la estabilidad política garantiza el desarrollo económico. Los resultados del pasado domingo son la reafirmación de nuestra independencia frente a las pretensiones del colonialismo y del imperialismo, que 200 años después de Carabobo asedian nuestra libertad conquistada.

-Desde el punto de vista social, el año bicentenario tuvo un impacto en el ánimo colectivo que facilitó el desarrollo de la vida colectiva desde la afirmación nacional, el autoreconocimiento de las potencialidades propias, la autovaloración de nuestra patria. Fue un año culturalmente hablando de reenamorameinto nacional.

-En lo económico, no cabe duda que logramos por primera vez en 5 años un repunte de la economía real, que tuvo un impacto tanto en el bienestar real de la gente como en la percepción de mejoría. Ambas cosas son fundamentales.

-En conclusión, cerramos el año en alta y ahora tenemos el gran desafío de superar, afianzar y proyectar las victorias en este 2022.

-La consigna con la que iniciamos este año es “no dormirnos en los laureles”. Vamos a construir una agenda de Estado para avanzar en las soluciones de muchos problemas que aún no hemos podido resolver y para revisar las formas en que estamos operando políticamente, de cara a una reingeniería de los métodos de gobierno, para avanzar en las grandes metas que la revolución se trazó en sus orígenes: vencer la desigualdad, la exclusión y la injusticia.

2- EL 2022 ES EL PRIMER AÑO DEL CAMBIO DE ÉPOCA Y LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA DEBE PONERSE A LA VANGUARDIA Y APLICAR, JUNTO AL PUEBLO, CAMBIOS EN SUS MÉTODOS DE GOBIERNO Y EN SUS FORMAS DE HACER POLÍTICA

– Los cambios de época se van produciendo como un afluente subterráneo, sus signos son muchas veces imperceptibles hasta que irrumpen con velocidad partiendo las cosas en dos, dejando atrás lo viejo e inaugurando nuevas dinámicas. La única manera de ver esos cambios es mediante la interpretación aguda de los fenómenos, concatenando elementos históricos y conociendo de cerca la realidad. Las sociedades son dinámicas, cambian las circunstancias, los problemas, las prioridades. Todo revolucionario debe ser un estudioso de su propia realidad, leer el país, pensar con los pies sobre la tierra, pero más allá de las coyunturas: con sentido estratétigico.

-Nuestro proceso revolucionario nació precisamente como expresión de un cambio de paradigma político: pasamos de la decadencia de la representatividad a la fuerza vital de la participación democrática. Algo que el bipartidismo nunca vio. Un proceso popular como el nuestro está vivo y es consciente de su realidad-real (valga la redundancia), porque su origen está en un cambio radical de modelo, de lógica, de proyecto. Vengo construyendo desde el año pasado una tesis sobre las tres condiciones que pudieran estar acelerando este cambio de época, desde la perspectiva venezolana, y he convocado a todas las fuerzas políticas revolucionarias, a los intelectuales, los movimientos, los partidos, a construir ideas para ponernos a la vanguardia de este cambio de época.

1- En primer lugar: El cambio del modelo económico frente a las sanciones y el nacimiento de una economía digital global.

Las agresiones económicas de los últimos 5 años derrumbaron las débiles estructuras del sistema rentista. El rentismo petrolero fue, y sigue siendo, un verdadero estado de dependencia que nos hizo vulnerables a la dominación cultural, económica y política durante el siglo XX. Obstruida la libertad de comercio de nuestro rubro fundamental (el petróleo), cayeron en un 99% nuestros ingresos. El impacto fue brutal. Esto produjo en los primeros años una atrofia del Estado, a todos los niveles de gobierno, que se había acostumbrado a gestionar desde la lógica del petrodólar. Y en el plano social generó un gran malestar.

– De manera que la gestión rentista experimentó una crisis aguda acelerando el cambio en la llamada cultura del petróleo, del consumismo. En el 2016 no teníamos forma de medir científicamente el impacto de la guerra económica a esos niveles de detalle, sin embargo, por intuición política iniciamos un cambio en la narrativa: el fin del modelo de producción y consumo del rentismo petrolero. Por el lado de las Políticas Públicas se crearon los motores Económicos y, poco a poco, construimos una esperanza en medio del asedio financiero y propagandístico contra nuestro país.

-Han pasado 5 años de bloqueo y resistencia, reinvención y concentración del discurso y el trabajo en el tema económico. El pueblo ha ido creando sus propias dinámicas de supervivencia, que se fortalecieron con algunas políticas monetarias como la despenalización del uso de divisas, entre otras. Esto ha facilitado el camino de una economía real, con resultados importantes que no debemos cuantificar únicamente en un sentido financiero: analicemos el impacto político de esto. Fenómenos como la dolarización o el emprendimiento han posicionado en el pueblo la necesidad de sumarse a la producción en todos sus niveles: personal, familiar, comunal, empresarial. Se puede decir que estamos viviendo un materialismo economicista que pone en evidencia nuevas contradicciones: consumismo extremo, mercantilismo popular versus valores socialistas y cultura política revolucionaria.

-Se podría estar creando la ilusión, según la cual, la independencia económica se logra en lo individual y por la vía de la mercantilización absoluta de la vida. Es el embrión ideológico del neoliberalismo.

-La otra dimensión económica del cambio de época es global y tiene que ver con la transformación radical que está haciendo el neoliberalismo en sus propias estructuras de poder: pasamos de un materialismo de mercado a un mercado digital de la información. Hay una tendencia a la virtualización del trabajo, del mercado y del consumo, cuyos efectos son la disolución de la magnitud social de estas actividades humanas.

-El primer efecto que podemos determinar acá es el de la despolitización, desmovilización e indivualización de la sociedad en general. Hoy quiere imponerse por la vía de los hechos una lógica que reza: “lo que no esté relacionado con la rentabilidad es descartable, todo lo que me convoque a un esfuerzo colectivo es innecesario”.

2- En segundo lugar: las Redes Sociales, o lo que Ignacio Ramonet llama “La revolución digital”. En estos últimos diez años, las formas del consumo cultural se han transformado de manera tan abrupta que no podemos decir nada concluyente al respecto, salvo que estamos ante un escenario nuevo, con nuevos códigos, lenguajes, tiempos y formas comunicativas que tienen incidencia en las dinámicas sociales. Hay una virtualización de la vida cotidiana y una des-ideologización cabalgante que quiere abolir hoy la cultura de masas y al propio concepto de masas: sindicatos, movimientos sociales, partidos tradicionales, son sustituidos por grupos de WhatsApp, muros de Faceboock, etc. El fenómeno del individuo segmentado, desmovilizado, despolitizado hoy crece en el mundo. ¿Cómo se traduce todo esto? En una cultura ajena a la identidad comunitaria y social. Esto amenaza a las propias democracias si las democracias no incorporan en su agenda los medios que usa hoy la gente para expresarse, incluso para organizarse. ¿Qué significa esto? Que no basta con lo que hacemos, no basta con la comunicación tradicional ni con la forma en la que estamos conectando con el pueblo. Hay que ir a la gente y crear en esos espacios nuevos códigos comunicacionales positivos, con valores que incorporen de manera innovadora al pueblo a participar de su realidad. La gestión de gobierno electrónico podría ayudarnos a solucionar de manera exponencial problemas que no logramos ver con los métodos convencionales de diagnóstico. Y en todo caso, nos ayudaría a mejorar la respuesta a las demandas de la gente y sobre todo, la manera en que nos relacionamos con ellos.

-En las redes del imperio los contenidos dominantes son el espectáculo, la diversión, el hedonismo, el consumo infinito, el sexo, la vida fácil. Es muy poderosa esta estrategia porque explota el deseo y la libertad de los individuos y mendiante esta explotación van extrayendo datos, van conociendo a los pueblos, para luego, con esos datos, producir mejores estrategias de dominación política, económica y social.

– En tercer lugar: La pandemia. El Covid cambió las formas asociativas de la humanidad para siempre: en muchas partes del mundo la dispersión social se convierte en pérdida de identidad política y territorial. Nosotros hemos sido exitosos en el manejo de la pandemia, gracias a Dios, gracias a los científicos y a la disciplina del pueblo. Las misiones territorializadas han garantizado la salud y también la cohesión social. Pero ¿qué hacer ante un escenario social que se prolongará en el tiempo? Hay que pensar en ello con sentido científico, adelantarnos a los acontecimientos. La revolución debe saltar al futuro y crear el Cambio de Época teniendo en sus variables nuevas formas de enfrentar situaciones como éstas. La clave para acompañar al pueblo es hacerse acompañar del pueblo.

– No perdamos de vista que este Cambio de Época nos toma con 20 años en el poder, es decir, con el desgaste natural del tiempo. Todo lo que fue nuevo ya no lo es. Todo lo que fue revolucionario hace 2 décadas hoy se ha naturalizado y se pierde de vista como esfuerzo transformador. Las misiones son un ejemplo de ello. Necesitan una reinvención, pero sobre todo una conexión con la nueva realidad.

– Estamos frente a un cambio y estos tres factores exigen una teorización actualizada, un diagnóstico sobre las formas de gobierno que son pertinentes a los cambios y que nos permitan gobernar los cambios, imprimirles voluntad y dirección.

– Los tiempos nos imponen un cambio en todo: los métodos, la estética y la estrategia de gobierno, que no puede estar divorciada de las necesidades reales de la gente.

– Como gobierno y como fuerza política somos los únicos capaces de motorizar esta época de cambio. Nuestro peor enemigo ahora es la inercia: esa fuerza con la que venimos resistiendo no alcanza para la ofensiva que exigen los tiempos. Sin perder el punto de apoyo, la gobernanza institucional, la articulación con el poder popular, es necesario producir un más, un plus, un extra. Así como hizo el comandante con las Misiones, necesitamos producir una mejor manera de gobernar en todos los nivenes de la vida social.

– La Asamblea Nacional ha hecho un trabajo importante en el sentido de la re-institucionalización del país. Sin duda, ha sido un año en el que se han diseñado y sancionado leyes que atienden las necesidades actuales de la gente. Sin embargo, debemos re-inventar los métodos. Creo que no podemos abandonar el territorio.

– Es necesario retomar la iniciativa de la brigada 256 y poner todo el esfuerzo en la movilización del pueblo, en la comunicación con el pueblo para activar leyes que tengan un impacto sobre la realidad concreta y hagan partícipe a las comunidades.

– Este es el año del Parlamento Comunal, debemos ir creando las condiciones para que el nacimiento de esta estructura revolucionaria sea exitoso.

3- PENSANDO EN EL CAMBIO DE ÉPOCA HE PROPUESTO UN SISTEMA DE GOBIERNO BASADO EN LA CONSULTA DIRECTA Y LA COGESTIÓN POPULAR: 1X10 DEL BUEN GOBIERNO, MAPA DE SOLUCIONES Y AGENDA CONCRETA DE ACCIÓN.

Esta ofensiva social y territorial que iniciamos el último trimestre del 2021 es la base para lo que debe ser el Buen Gobierno en adelante. Buen gobierno en el sentido concreto del término: buenos métodos de trabajo, buenos resultados. Política de Estado – Política revolucionaria. Soluciones reales a problemas reales. Y allí, donde se hayan superado los problemas reales plantear nuevas ideas para seguir avanzando, mejorando la vida de la gente, haciéndole humanamente gratificante al pueblo, como decía el comandante Chávez, el camino hacia el socialismo.

Hemos planteado un método científico que combina nuestra gran capacidad política como Estado y Partido con las nuevas técnicas de gobierno que ofrece la tecnología.

En primer lugar, el 1×10 del Buen Gobierno, una herramienta que estamos diseñando que nos permitirá llegar al público objetivo de la Revolución Bolivariana ¿De qué manera? Haciéndolos participar del diagnóstico y de las soluciones concretas. La herramienta con la que ganamos unas elecciones tan difíciles tiene que servirnos ahora para reconquistar la confianza del pueblo, la esperanza del pueblo y para consolidar de manera irreversible su apoyo político y electoral.

-En segundo lugar, el Mapa de soluciones:con la herramienta tecnológica que nos permitirá conocer desde los puestos de comando los problemas asociados a la cotidianidad, servicios públicos, ingreso familiar, vivienda, entre otras, construiremos en todos los niveles de gobierno un mapa de soluciones concretas para sistematizar la respuesta hacia el pueblo. Saber qué hacer en cada región, en cada municipio.

-En tercer lugar, la Agenda Concreta de Acción-ACA. Con ella garantizaremos el despliegue territorial con orden y con método. Es la iniciativa estratégica en combinación con la iniciativa política. Las Agendas concretas de acción nos permitirán poner al pueblo en la resolución de los problemas.

– Se repolitiza la gestión, se crean nuevas perspectivas para el poder popular, se fortalece la relación Gobierno pueblo, partido pueblo.

-Hoy enfrentamos el tema de los servicios, desde la dimensión estructural hasta la dimensión más coyuntural e inmediata. Todo importa y todo hay que hacerlo en tiempo real. Es verdad que el bloqueo nos ha afectado en nuestra capacidad de dar respuestas, sobre todo en lo que tiene que ver con la importación de repuestos y servicios.

-La IV República amarró nuestra soberanía tecnológica a las grandes corporaciones. Estamos rompiendo con esta dependencia forzados por el bloqueo, con mano de obra e ingenio nacional.

– No hay excusas. El bloqueo es una realidad, no es una excusa. Y a la realidad se le transforma con voluntad política y trabajo perseverante.

-En el área de los servicios fundamentales para la vida cotidiana, como el agua, por ejemplo, no podemos demorarnos. Los enemigos de la revolución usan de manera propagandística la crisis del agua, que ellos mismo provocaron, con las sanciones y los constantes saboteos invisibles.

En esta campaña electoral vimos a muchos hacer politiquería manipulando la naturaleza del problema, como en el 2015. Juegan a la desmovilización y al cansancio. Nosotros tenemos que responder con el trabajo. Sólo el trabajo convence.

Nuestra ofensiva social y territorial tiene claro el objetivo: recuperar el Estado de Bienestar Bolivariano y sus frentes. Ayer estuvimos con las políticas de protección social en lo que respecta a infraestructura comunitaria: salud, educación, cultura y deporte. Hoy abordamos el de los servicios públicos, que a su vez tiene sus vértices: electricidad, transporte, agua, gas doméstico, combustible.

-Este frente requiere en primer lugar una atención mediática, para crear consciencia en el pueblo de lo que cuesta sostener los servicios, para que cuidemos entre todos su funcionamiento, para evitar sabotajes. En segundo lugar una atención política, para incorporar al pueblo en las soluciones, porque la participación popular es fundamental. En tercer lugar una atención social, que no es otra cosa que el papel contralor de las comunidades organizadas para que todo llegue a quien deba llegar, para evitar la corrupción y derrotar a las mafias que hacen de la necesidad del pueblo su negocio particular.

4. ESTOS 5 AÑOS DE AGRESIONES NOS DIERON UNA CURVA DE APRENDIZAJE. AHORA SOMOS MÁS FUERTES Y PODEMOS GOBERNAR CADA VEZ MEJOR, CON SENTIDO REVOLUCIONARIO Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO DE LA GESTIÓN.

– El buen gobierno en el frente social, en el frente económico, igual que el de los servicios públicos, debe hacerse notar con cambios importantes en nuestra manera de gestionar los conflictos reales y de comunicar nuestras certezas, nuestra lucha, nuestra esperanza.

-Hoy podemos identificar los problemas reales a través del Sistema Patria, la gente los informa, jerarquiza por sectores y territorios: agua, gas, electricidad, combustible, transporte público, vialidad, alimentación, poder adquisitivo; cómo y en qué dimensión están afectando al pueblo.

-Estamos construyendo una agenda científica con sentido revolucionario y estratégico de la gestión. Políticas territorializadas aplicadas con corresponsabilidad social.

– Nada sustituye la realidad. Nosotros hemos aplastado todas las iniciativas del Imperio: el guaidosismo, la guerra mediática, todo ha sido desmontado por las fuerzas reales de la patria. Y todo ese pueblo conforma, de un modo o de otro, la fuerza real.

-Seamos eficientes en la gestión, en la comunicación, en la

articulación como gobierno. El pueblo es sabio y paciente y espera de nosotros ese salto cualitativo. Sabe que no nos ha tocado fácil, nos ha visto batallar, vencer las adversidades. Nadie puede fallar.

– A los ministros y ministras, a diputados y diputadas, a la Dirección Nacional del Partido, el pueblo quiere verlos en el territorio. Eso debe suceder en el marco de un plan bien orquestado y bien direccionado. El consejo de Vice-presidentes debe proyectar los planes y atender las pequeñas crisis para transformarlas en voluntad de cambio y de mejoría.