D-DS-06 – ACTO DE GRADUACIÓN DE LA 1era. PROMOCIÓN DE BACHILLERES PRODUCTIVOS, EN EL MARCO DEL ANIVERSARIO 17 DE LA MISIÓN RIBAS. – 17 Noviembre 2020

ABORDAJE:

1- “Moral y luces” son nuestras principales fortalezas.

2- Venezuela antes y después del Bloqueo.

3- Formarnos para producir.

4- La independencia económica: el gran desafío de nuestro modelo socialista.

1. “MORAL Y LUCES” SON NUESTRAS PRINCIPALES FORTALEZAS.

– El pasado 10 de noviembre, en una reunión con las Bases de Misiones, les decía a los líderes comunitarios que nuestro proyecto revolucionario tiene una causa esencial, la justicia social  y un solo enemigo, la pobreza.

– Para entender que la pobreza existe porque hay desigualdad e injusticia, es necesario comprender antes que ninguna de las dos son naturales, sino que tienen una raíz histórica que se remonta a los orígenes de nuestra sociedad contemporánea. La colonización de América fundó la pobreza con el saqueo, el expolio y la esclavitud.

– Naturalizar la pobreza es la base ideológica del capitalismo. Hacerle creer a quienes viven bajo exclusión que así es la vida y así es el mundo y que nada se puede hacer para cambiarlo.

– Culpar al pobre de su pobreza, eso es lo que sigue en términos sociales, y de este modo se obtiene resignación a la supuesta naturaleza de la pobreza y sumisión ante la criminalización de los excluidos.

– Por eso, en la lucha radical por la justicia social y contra la pobreza en Venezuela, el comandante Chávez tenía claro que el primer poder que había que darle al pueblo era el poder del conocimiento.

– Sólo en la ignorancia y la alienación gobiernan la injusticia y la pobreza.

– El capitalismo aún se sigue apoyando en la tesis de Hobbes, “El hombre es un lobo para el hombre”, que no explica nada de la naturaleza humana y constituye, en cambio, una justificación de la ley del más fuerte. Pero, ¿cómo es que unos llegan a ser más fuertes que otros? ¿La naturaleza hizo ricos y fuertes a unos pocos, y miserables y débiles a las mayorías? No. Ha sido el artificio del egoísmo, de la injusticia armada, de la colonización, del estado de ignorancia, de la guerra y ambición de las minorías, lo que se ha impuesto en el mundo.

– La ideología, como andamiaje de las injusticias, comienza a construir mitos sobre mitos: la pobreza es natural, los pobres son flojos, los pobres no quieren aprender.

– No se es pobre, sino oprimido. No se vive bajo la ignorancia, sino bajo la opresión. Y esta interpretación permite que los pueblos se rebelen al destino impuesto, a la falsa naturaleza y al falso equilibrio basado en que millones de oprimidos sostienen el estilo de vida de los ricos de la tierra.

– La ideología capitalista y su expresión más moderna: el neoliberalismo, siempre dirán que no se puede cambiar el orden de injusticias y que todo intento de cambio será para peor.

– La revolución es un acto de afirmación a la vida. Es un al deseo de vivir dignamente.

– Cuando el pobre se rebela y dice a su devenir produce una nueva conciencia capaz de romper esa negatividad: sale de la resignación y entra en la posibilidad. Vienen entonces las ideas que transforman el orden material de las cosas.

– La Revolución Bolivariana fue posible por esa chispa de conciencia y rebeldía que no han podido apagar, ni por la fuerza de la opresión ni por la fuerza de la ignorancia.

– El principal enemigo de nuestra Revolución es precisamente el sistema productor de pobreza, que no se reduce a lo económico, sino que se manifiesta en su forma cultural, política y moral.

-En la “Moral” y “las luces”, veía el Libertador los polos fundadores de la República y la necesidad radical para que todo hombre y toda mujer llegara a ser un republicano, es de decir, un ciudadano libre.

– Integridad ética y conocimiento: la una de la mano de la otra. Probidad y talento, talento y probidad.

– Por eso la educación, la formación, el acceso al conocimiento ha sido, es y será la principal herramienta para combatir la pobreza y la opresión. Pero la libertad requiere no sólo un conocimiento técnico sino una conciencia social.

– Por eso le llamamos educación liberadora. Así como el individuo no es nada sin su ámbito social, el saber individual no es nada sin su utilidad colectiva.

– Con la creación de las misiones se visibilizó un país que estaba ausente, marginado territorialmente y oculto desde el punto de vista social.

– La salud y la educación fueron los primeros derechos restituidos por la Revolución. Cuerpos sanos y mentes cultivadas dan hombres libres.

– En el año 2003, con la misión Robinson,, gracias al método cubano Yo sí puedo, sacamos del analfabetismo a más de un millón de compatriotas, cumpliendo con las Metas de la ONU y fuimos declarados como Territorio Libre del Analfabetismo por la UNESCO.

– Nos adelantamos a la tele-educación: la misión Robinson se desplegó con voluntarios que se iban a las aldeas más distantes con sus televisores y reproductores de video, tipo VHS, para vencer la exclusión territorial y cultural.

– Sí se podía y sí se pudo. Hoy son más de 3.3 millones de compatriotas que empezaron por aprender a escribir su nombre y el nombre de su país, y llegaron a sacar sus carreras universitarias.

– Las Misiones educativas son la victoria más temprana del Bolivarianismo del siglo XXI.

– Seguidamente (en 2003) surgió la Misión Ribas con la finalidad de ampliar las condiciones y las oportunidades para los nuevos alfabetizados y para quienes por razones de opresión económica tuvieron que abandonar sus estudios para buscarse la vida. Se abrieron las aulas de esta Misión para fortalecer una de las aristas educativas más importantes del país: la formación media y media-técnica, que en los años de la IV República, como todos los sectores sociales, sufrió grandes desatenciones.

– Para el año 2003 existían, según el censo preliminar de la Misión, un millón 400 mil personas sin título de bachiller interesadas en cursas estudios.

– Desde entonces, más de 1 millón 160 mil vendedores y vencedoras, como los calificó el Comandante Chávez, se han graduado en este sistema. 

– Un enorme desafío que se atendió con la fuerza humanista de la Revolución Bolivariana, que en el mismo año 2003 lanzó la Misión Robinson para alfabetizar, Misión Ribas para darle continuidad a la educación diversificada y Misión Sucre para la educación universitaria.

– 17 años después, los primeros objetivos fueron alcanzados con éxito e incluso se redimensionó la Misión para brindar mayores oportunidades a las personas de obtener un título de bachiller,  sin importar la edad.

– Además se han adecuado colegios, liceos, escuelas, aldeas, espacios comunitarios, para servir de aulas de formación en cada rincón de la República.

– Muchos de los 3.3 millones de alfabetizados por la Misión Robinson han garantizado la continuidad en el sistema formativo de Ribas, que posee un sistema didáctico e incluyente para garantizar la educación en todos los municipios del país, de manera gratuita y con un sistema de becas para apoyar a los estudiantes económicamente.

– Pese a la pandemia, en el año escolar 2019-2020, que desde el 16 de marzo comenzó con clases a distancia, un total de 23.693 vencedoras y vencedores por la Misión Ribas y 2.457 bachilleres productivos, se graduaron del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces).

2- VENEZUELA ANTES Y DESPUÉS DEL BLOQUEO

– Todo lo logrado en lo social se explica porque hubo voluntad política del pueblo al elegir, con la Revolución, la refundación del Estado.

– Un Estado débil y corrompido, como el que se constituyó con la traición del espíritu del 23 de enero y el Pacto de Punto Fijo, era la estructura ideal para que la doctrina de Washington convirtiera a Venezuela en su colonia: un país alienado culturalmente, atrasado tecnológicamente, dominado económicamente y bajo una educación excluyente y avergonzada de su propia identidad.

– Por eso el Comandante Chávez fue a la raíz del problema: el Estado débil, deliberadamente construido a la medida de los ricos, fue erradicado y sustituido por uno nuevo, inventado a la altura de la necesidad de las grandes mayorías oprimidas.

– Empezó en el despertar de la conciencia colectiva y sigue en la formación de hombres y mujeres libres.

– Ese es el origen de esta nueva venezolanidad y de esta nueva Venezuela. Una Carta Magna que abarca la diversidad cultural y étnica, que reivindica a la mujer, a los niños y a las niñas, a los trabajadores, a los campesinos, a los ancianos, y que nos configura como un Estado Social de Justicia y de Derecho.

– Nuestra lucha contra la pobreza se libra en la educación de voluntades, por la felicidad del pueblo.

– Lo que logró la Revolución en dos décadas se pierde de vista, si tomamos en cuenta las condiciones en que se encontraba el país después de la tragedia neoliberal del Puntofijismo.

– El modelo social que hemos construido se puede claramente diferenciar, en términos de logros, al de la IV República, en primer lugar porque éste último en 40 años no hizo sino empobrecer a la patria.

– Heredamos en 1998 un país hundido en la miseria social y en una crisis política estructural. Los primeros 15 años, es decir antes del bloqueo y la sanciones ilegales, nuestro modelo socialista dio  pasos extraordinarios: sacamos de la pobreza a millones de venezolanos y venezolanas reduciendo las cifras de hambre que dominaron la segunda mitad del siglo XX, de un 21% a un 5%.  Disminuimos la desnutrición en un 57%. Creamos un sistema de misiones que en salud ha salvado ya a 1.7 millones de vidas. Se crearon en esos primeros años más de 5 millones de empleos, el acceso a internet llegó a ser de 62% lo que se traduce en 16,4 millones de usuarios y usuarias. Venezuela, según la ONU, alcanzó en Revolución un Índice de Desarrollo Humano (IDH) Alto, por encima de países como Brasil, China y México. En 2005 la UNESCO nos declaró Territorio Libre de Analfabetismo, gracias a la Misión Robinson y al método Yo sí puedo. Hoy hay más de 60 médicos por cada 10.000 habitantes. Además la Misión Barrio Adentro ha llevado Módulos de Atención y especialistas a cada rincón del país.

– Para solucionar el problema del déficit de vivienda creamos una Gran Misión que se ha propuesto la meta se construir 6 millones de hogares bajo un concepto de transformación del hábitat y en menos de 3 años se han construido ya, gracias al apoyo de empresarios chinos, cerca de 3.200.000 viviendas construidas y entregadas.

– Sigamos comparando ambos modelos: La IV república hizo 149 mil viviendas en 40 años. La Revolución Bolivariana, pese a las continuas agresiones imperiales, suma cerca de 4 millones en 21 años. Las primeras 600 mil viviendas se hicieron entre 1999 y el año 2011, cantidad que se suma a las edificadas a partir de la creación de la GMV.

– El llamado gasto público de la cuarta fue menor al 25% en esas cuatro décadas. La Revolución en cambio, en 21 años, supera el 76% y para nosotros se trata de inversión social.

– Este porcentaje se traduce, entre otros logros, en una tasa de escolaridad gratuita, por ejemplo, que en Venezuela subió gracias al Gobierno Bolivariano de 65% a 98%. La matrícula universitaria pasó de 370 mil a más de 3 millones de estudiantes, garantizando el cupo al 100% de los bachilleres que optan por una carrera. De esta manera, Venezuela tiene una tasa de población en formación académica desde educación inicial hasta la universitaria de más de 13 millones de personas. 40% de nuestra población es estudiante, en algún nivel de formación.

– Intentaron ganarnos elecciones y no pudieron, intentaron derrocarnos en 2002 y fracasaron. No lograron detener nuestra marcha con ataques políticos. Pensaron que con la muerte del comandante Chávez (algún día se comprobará la sospecha que tengo de que al comandante lo asesinaron los imperialistas) matarían también a la revolución.

– La forma en que idearon detener nuestro rumbo fue boicoteando la economía para destruir el modelo social, que ponía en evidencia que otro mundo era posible.

– En 2014 Obama firma el famoso Decreto para estigmatizar a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria. El inicio de la guerra económica.

– La guerra económica fue una forma de castigar al pueblo, para torcerle su voluntad de ser libre.

– Veamos con detalle: La caída de los ingresos externos de Venezuela se acelera a partir de 2015 cuando comienza la persecución financiera contra PDVSA, que culmina en 2019 con el robo de CITGO, la operación de despojo más grande que se haya cometido en la historia reciente contra alguna nación el mundo.

– Desde 2015 en adelante, el ritmo de caída de los ingresos externos de Venezuela se eleva a 30 mil millones de dólares al año. Resulta imposible imaginar siquiera el tamaño de la presión que ha sido aplicada a nuestra economía y del sufrimiento a que ha sido sometido nuestro pueblo.

– Las órdenes ejecutivas de Donald Trump impidieron que PDVSA lograse financiarse en los mercados financieros; ello mermó su capacidad de inversión y de producción, en una industria como el petróleo, cuya característica principal es el uso intensivo de capital.

– Entre 2014 y 2019, la producción petrolera de Venezuela cayó 66,5%. Para el año 2019 sólo generamos un tercio del petróleo que producíamos en 2014.

– Entre 2015 y 2019, Venezuela dejó de producir en total cerca de mil 195 millones barriles de petróleo, es decir: 1,19 millardos de barriles.

– Si revisamos algunos estudios independientes que se han realizado, confirmamos cómo las sanciones han sido responsables de aproximadamente 58% de la caída total de la producción de PDVSA desde 2015.

– Esas mismas investigaciones calculan que el ingreso no percibido por la República, debido a la caída de la producción petrolera entre 2015 y 2019, se ubica en el orden de los 65 mil millones de dólares.

– Hay un antes y un después de la Guerra económica: nos han hecho daño desde el punto de vista de la calidad de vida que alcanzó el pueblo en revolución, desde el punto de vista de las capacidades financieras del Estado.

– El después tiene una expresión en las dificultades cotidianas que son consecuencia del Bloqueo, el robo de nuestros activos y la persecución financiera. Pero también en la resistencia y el  ingenio del pueblo para ir creando espacios de liberación donde antes presumíamos imposibles.

– Pensaron que nosotros retrocederíamos en nuestra política social y traicionaríamos la doctrina socialista.

– Querían destruir las misiones. Pero en su lugar, la revolución respondió fortaleciéndolas, creando las Bases de Misiones que funcionaron en un primer momento como articuladores de la política de protección social, que sólo un Estado fuerte y de vocación justa podía brindar ante el ataque a la moneda y la inflación inducida.

– Desde 2014 PDVSA ha perdido a causa del bloqueo 1.203 millones de dólares y 273 millones de euros.  Desde el 2015, el BCV perdió 30 toneladas de oro y entre 1300 y 1900 millones de dólares. El sector vivienda dejó de construir 100.412  viviendas. En el transporte hemos perdido, a causa del bloqueo, 7,4 millones de dólares. En alimentación nos han bloqueado 730 millones de dólares, lo que ha hecho que la cesta básica aumentara  un 381%.  Hemos perdido más de 30 mil millones de dólares.

– 40 mil millones de dólares ha perdido la República en estos últimos 6 años.

– Ningún país del mundo habría aguantado tanto. Es más, aún aquellos países con regímenes neoliberales que no sufren estas persecuciones arbitrarias son incapaces de garantizar a sus pueblos viviendas, salud y educación gratuita.

– EL Covid-19 ha puesto en evidencia las desigualdades de la vieja y culta Europa, de la superpotencia Norteamericana y de los supuestos paraísos latinoamericanos, como Chile o Brasil.

– No sólo, y pese al bloqueo,  podemos mostrar al mundo mejores cifras de inclusión social que todos esos países, también en la lucha contra la Pandemia hemos sido un ejemplo en el mundo con la tasa de letalidad más baja del mundo (-1%) y de recuperación más alta (95%). Tratamientos y atención gratuita. Despistaje casa por casa. Un modelo de salud, como el nuestro, que nació en el espíritu de las misiones, hace la gran diferencia, junto a una doctrina de justicia.

– A Venezuela la vamos a desbloquear nosotros con ingenio, tecnología y fuerza de trabajo nacional.

– Nada nos va a detener en el empeño de hacer posible el socialismo, que no es otra cosa que la justicia social verdadera.

3. FORMARNOS PARA PRODUCIR

– En el 2015 la extrema derecha ganó la Asamblea Nacional  con el propósito de destruir el Estado. Si no podían acabar con la revolución, entonces -siguiendo la orden que les dieron desde los EEUU- era necesario acabar con la institucionalidad y crear las condiciones para una guerra fratricida. Como no sucedió espontáneamente, se encargaron ellos mismos de crearla con las guarimbas, los intentos de golpes de Estado y de Magnicidio planificados por Julio Borges, Leopoldo López, Ramos Allup y Juan Guaidó.

– No lo lograron por el nivel de conciencia del pueblo, de este pueblo educado, formado con valores nacionales, democráticos y pacíficos.

– Lo que sigue a todo esto, frente a las agresiones que pasaron de lo simbólico a lo material, es prepararnos para levantar las fuerzas productivas de la patria. Nosotros lo tenemos todo: agua, gas, petróleo, oro, diamante, coltán, las llamadas tierras raras, pero sobre todo un pueblo que ama su país y que ahora cree más en sí mismo.

– Para que nunca más puedan robarnos las riquezas debemos formarnos para producir. Para ser productivos desde el punto de vista de la economía y de la soberanía nacional.

– Sin guerra económica o con ella no hemos disminuido, ni lo haremos jamás, en la inversión social: para el año 2020 la elevamos a un 76%.

– Las Bases de Misiones son la expresión del poder popular autogestionando y gestionando con el Estado, las soluciones concretas de la vida de nuestro pueblo.

– Cada bachiller que hoy se gradúa tiene una contraprestación que darle a su comunidad y a su patria: hacerla inexpugnable desde el punto de vista cultural, científico y económico.

– Ribas, el gran vencedor, nos convoca a salir victoriosos de esta guerra económica donde cada esfuerzo cuenta. A producir, a inventar tecnología, a desarrollar la ciencia, a conocer nuestra historia.

– Nosotros con la Ley Antibloqueo vamos a cumplir cuatro objetivos estratégicos: 1) Recuperar el salario de los trabajadores y trabajadoras del país (siendo los más afectados los de la administración pública). 2) Consolidar el sistema de  misiones y protección social. 3) Impulsar lo motores productivos del país y 4) Recuperar la industria Petrolera.

– Porque el pueblo es quien se salva a sí mismo dándose gobiernos independientes y revolucionarios.

4- LA INDEPENDENCIA  POLÍTICA Y ECONÓMICA: EL GRAN DESAFÍO DE NUESTRO MODELO SOCIALISTA Economía no rentista

– El papel  de la juventud es principal hoy como lo fue hace 200 años. Ustedes son la primera promoción de bachilleres productivos de esta Misión. Es una gran responsabilidad y un gran privilegio.

– Ya hemos dicho que esta batalla que libramos se da en el terreno de la base material de la vida, la economía, y sólo podrá darse por culminada el día que alcancemos niveles de independencia reales en se sentido. Esto sólo ocurrirá venciendo la cultura rentista y construyendo una cultura de trabajo productivo.

– Esa es la gran apuesta de la Revolución desde el inicio: superar la dependencia petrolera creada para mantenernos sumisos.

– Cuando hablamos de independencia económica estamos admitiendo el carácter político de la economía. No se trata de formar burócratas o de formar neoliberales: hay un punto exacto de la sociedad que queremos construir y se fundamenta en la formación de espíritus, conciencias justas y sujetos sociales.

– La formación técnica tiene que tener un componente ideológico para que sea verdaderamente productiva en términos de patria.

– Ustedes tienen una comunidad y unas necesidades territoriales que les demanda un protagonismo como líderes. De acá deben salir los prospectos para crear empresas de producción social que impulsen la dinámica comunal.

– Ustedes son prospectos de licenciados, cuyas tesis de estudio deben estar ancladas a realidades, deben estar orientadas a solucionar los problemas concretos de sus comunidades.

– Como ciudadanos protagónicos debemos participar en todos los niveles de la vida social.

– El 6 de diciembre celebraremos elecciones Parlamentarias para desbloquear la política y con ese acontecimiento empezará una nueva etapa para Venezuela. Será una elección con el mayor índice de participación. No tengo dudas de eso.

– Esa estabilidad institucional redundará en el desarrollo de la economía y de la paz social.

– Trabajar la tierra en beneficio colectivo y construir las casas y la infraestructura que necesitan nuestros barrios y nuestras aldeas para desarrollar sus poderes creadores, como diría Aquiles Nazoa, es el compromiso que hoy adquieren, no conmigo sino con ustedes mismos.

– Se gradúan de héroes y heroínas. Y aún les queda un largo trecho por andar. La misión Sucre los espera pero, sobre todo sepan que entre más conocimiento adquirido mayor es el compromiso con los otros.

La patria que es la gran misión de vida: los espera.