Dso-40 – DISCURSO DEL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO EN LA REUNIÓN (VIRTUAL) DEL FORO DE SAO PAULO – 15 de octubre de 2020
Queridos compañeros, queridas compañeras.
Siempre es para mí un inmenso honor dirigirme al mítico Foro de Sao Paulo, el espacio por excelencia para el encuentro, la discusión de las ideas progresistas que han alumbrado para Latinoamérica y para el Sur las teorías más avanzadas y esperanzadoras de la transformación de nuestras sociedades.
No en vano, este foro ha sido estigmatizado por la mediática internacional y por los gobiernos de extrema derecha queriéndole atribuir a este espacio democrático de los pueblos las causas del estruendoso fracaso de los modelos neoliberales que se han fortalecido gracias a la arremetida del imperio norteamericano en nuestro continente, que comenzó con el golpe de Estado a Manuel Zelaya en Honduras, en el año 2008; continuó con el golpe parlamentario a nuestro hermano Fernando Lugo en Paraguay, en 2012; avanzó con la destitución ilegal de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, en 2016; arremetió con el reciente derrocamiento de nuestro hermano Evo Morales en Bolivia, además de la traición a la Revolución Ciudadana en Ecuador. Una restauración del neoliberalismo que en las primeras de cambio ha demostrado el verdadero rostro que anima a la burguesía del mundo: el fascismo.
Venezuela se mantiene de pie como un bastión de dignidad y también de esperanza. Muy a pesar de los intentos, esta vez fallidos, del imperio norteamericano de derrocar a la Revolución Bolivariana, de asesinarme y destruir nuestra economía mediante sanciones ilegales que constituyen un crimen de lesa humanidad y así lo hemos denunciado ante la Corte Penal Internacional. Muy a pesar de su intención de borrarnos mediante un bloqueo criminal que viola el derecho internacional y que constituye una de las formas de guerra más deplorables vistas en el mundo: bombas de hambre, bombas financieras que han lanzado contra nosotros y nos han costado heridos, muertos y mucho dolor para nuestro país.
El bloqueo contra Venezuela es una política de Estado impulsada por el Gobierno de Donald Trump con base en la Doctrina de Cambio de Régimen y en ese sentido debe ser respondida con acciones de Estado que abarquen la gravedad del problema; por eso Venezuela prepara una Ley Antibloqueo, cuyo proyecto fue presentado ante la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente, para que sea nuestro pueblo, sus hombres y mujeres, el Poder Popular, ciudadanos, sectores productivos, intelectuales, científicos, Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quienes respondamos al bloqueo y las sanciones ilegales con una estrategia al mismo nivel, gobierne quien gobierne en Estados Unidos. Sea Donald Trump o Joe Biden quien esté al mando en el imperio del norte, Venezuela estará lista para resistir a las arremetidas del imperialismo.
Como escribió en una carta el apóstol de la Revolución Cubana, José Martí, a su amigo Manuel Mercado, su intención de que con la independencia de Cuba se impidiera el poderío de Estados Unidos por Las Antillas: “En silencio ha tenido que ser”. En silencio Venezuela ha ido rompiendo el cerco financiero, ha ido construyendo alianzas con países libres y ha ido rompiendo el yugo moderno de la dictadura financiera.
Como les he dicho: aquí seguimos de pie, dando una batalla extraordinaria por la vida, por la dignidad y por los grandes ideales que enarbolaron nuestros libertadores y que han dado para el mundo la posibilidad de inventar caminos hacia una nueva humanidad. Cuánto desearía yo estar allí con ustedes, ser el sindicalista de hace 30 años, el hombre de la Liga Socialista que se formó en las calles conversando con la gente, dialogando y debatiendo ideas para cambiar el mundo. Fueron espacios como estos mi gran universidad, fueron los campesinos, obreros, los intelectuales quienes me dieron un alma buena, revolucionaria, justa y profundamente soñadora.
Venezuela, queridos hermanos y hermanas del Foro de Sao Paulo, arriba el día de hoy a sus 200 días de lucha contra la pandemia dando resultados importantes para nuestro país y también para el mundo, en el sentido de que nuestros indicadores demuestran que un gobierno socialista, es decir, uno que pone al hombre y la mujer en el centro de los acontecimientos y en la cumbre de las prioridades, es posible pero sobre todas las cosas urgente y necesario. Venezuela se encuentra entre los países con más baja letalidad por Covid-19 en el mundo y se encuentra también en la vanguardia de los gobiernos con más pruebas elaboradas gratuitamente por cada 100 mil habitantes; nuestro modelo de Salud Pública hoy acoge al 88% de los pacientes infectados por Covid-19 a los cuales se les da tratamiento gratuito al 100%. Hoy el 86 % de los contagiados se han recuperado y han vuelto a casa sanos y salvos. Y nos llena de honra demostrarle al decadente capitalismo que la vida de cada uno de los individuos que forman esta inconmensurable familia humana vale más que las economías y que las ambiciones de la banca mundial y de las corporaciones transnacionales que depredan el mundo.
Esta batalla contra el Covid-19 que es también una batalla contra el bloqueo constituye para nosotros una batalla por la verdad. La Verdad de Venezuela, como la he llamado, silenciada, asesinada, golpeada por las grandes corporaciones de noticias, se convierte ahora en una posibilidad para compartir con el mundo métodos creados acá en Venezuela de cara a las dificultades y sobre los cimientos de los valores de la solidaridad. Hemos estado recibiendo una migración de retorno que ha venido huyendo del desastre del neoliberalismo en América Latina en el manejo del Covid-19. Venezolanos y venezolanas que dejaron su país alentado por la propaganda de la extrema derecha. Salieron buscando un paraíso en el infierno neoliberal de Jair Bolsonaro, de Iván Duque, de Lenin Moreno, de Sebastián Piñera y de Donald Trump.
Hoy el desengaño, pero también el racismo, la xenofobia y la crisis humanitaria que se ha instalado en los países que promulgan el neoliberalismo los vuelven a su Patria y son recibidos con los brazos abiertos, con todos los protocolos de seguridad y todo nuestro modelo de protección social al que nunca renunciaremos a pesar de las presiones económicas, militares y mediáticas. Sólo un gobierno socialista puede garantizarle a los más vulnerables no sólo sus derechos fundamentales sino el acceso al poder para transformar el mundo.
Deseo para esta nueva edición del Foro de Sao Paulo el más provechoso debate y espero que de ahí surjan las luces que guíen las acciones para que los pueblos de América Latina vuelvan a gobernar en sus países y vuelvan a ser dueños de su destino.
Muchísimas gracias.