D-P-02 – REUNIÓN PRESIDENCIAL CON LA JUVENTUD DEL GPP Y JPSUV RUMBO AL 6D. – 01 de diciembre de 2020.
ABORDAJE:
1. La Revolución es pasión por el presente.
2. Venezuela antes y después del Bloqueo.
2.1. Antes y después de las sanciones.
1- LA REVOLUCIÓN ES PASIÓN POR EL PRESENTE.
– Hace poco, en un debate por Venezolana de Televisión en el Programa Pulso Electoral, confluyeron 4 candidatos muy jóvenes, y la abanderada de Acción de Democrática atacaba a nuestra Revolución con el insólito pretexto de que ella no había vivido la IV República y por lo tanto todo lo referido al país político de estos últimos 40 años no le interesaban. Incluso asumía la postura de que ese pasado reciente no le afectó porque no lo vivió.
-¿Qué podrá decir esta candidata de los hechos suscitados hace 200 años, gracias a los cuales es Venezuela una República democrática y ella tiene país y tiene derechos en el mundo?
– A los jóvenes que han usado en las revoluciones de colores les han inoculado la ideología del futurismo: no existe sino el futuro y no como tiempo de la historia, sino como promesa, algo que va a llegar como un regalo y, mientras lo esperan pasivamente, el pasado se olvida y se repite, y el presente transcurre en la pasividad contemplativa.
– Un viejo y engañoso lema muy usado en el capitalismo reza “los jóvenes son el futuro”. ¿El futuro?Sí lo que está por ser depende del presente. El futuro no es otra cosa que un producto de lo que hacemos hoy. ¿Y a quién le pertenece el presente en el Capitalismo? A la ideología de la resignación.
– El dueño del tiempo presente, del tiempo real en el capitalismo, es la clase dominante, a quienes les conviene que nada cambie. Por lo tanto, del futuro que le hablan a los jóvenes no es más que una repetición de lo mismo.
– La revolución surge como una fuerza enamorada del instante en que accionamos la vida. Y la vida es concebida como un proyecto, es decir que va más allá de nosotros. Nos antecede y nos trasciende.
– El revolucionario asume, en consecuencia, cada día como único e irrepetible y por eso lo da todo minuto a minuto por lograr el cambio aquí y ahora: por construir el futuro ya.
– Sabemos que no veremos nosotros el mundo que queremos construir y por eso aceleramos su llegada. Que la meta sea inalcanzable no nos posterga ni nos desanima: nos enamora cada vez más de la fuerza transformadora de la voluntad humana.
– El Capitalismo siempre huye hacia el futuro, distrae con la promesa de que el tiempo que va a llegar será, por arte de magia, mucho mejor.
– Nos venden el futuro como un producto más del que sólo seremos consumidores y espectadores.
– Y por eso el neoliberalismo, que es la nueva máscara de la
esclavitud, vive negando el pasado, pues en la memoria histórica está, por un lado, el registro de su mentira, y por el otro, los antecedentes de quienes han intentado cambiar las cosas desde el comienzo.
– Esta pasión revolucionaria por el presente, que es siempre de lucha por el futuro -parafraseando al Che Guevara- es una invitación a recalcular la Historia. Interpretarla con actualidad política y proyección de futuro.
– El futuro es una construcción de clase porque nace como idea de mundo, como imagen de lo que queremos llegar a ser.
– La revolución, que es el cambio permanente, habla de futuro en el sentido de un resultado de la lucha presente y no como un producto ajeno y desvinculado que llega de la nada.
– Para evitar las revoluciones, que generalmente las protagoniza la juventud en el mundo, el capitalismo busca vaciar de sentido el momento actual y con ello la memoria histórica.
– Es común que los jóvenes despolitizados repitan sin pensar que el pasado está superado y que lo que importa es el futuro. La engañosa oferta de un futuro desvinculado de la historia ha mantenido dormidas las mentes de muchas generaciones.
– Pero el futuro no es, ni será, el tiempo de los resignados, sino el invento de quienes trabajan, sueñan y luchan aquí y ahora, de quienes se han enamorado con pasión del presente que les tocó en suerte para seguir tejiendo la historia de la liberación humana.
– Debemos blindar nuestro imaginario heroico de la propaganda futurista y mantener vivo el relato de la venezolanidad, en palabras del comandante Chávez: eso que fuimos, somos y queremos llegar a ser.
– No es un accidente ni una casualidad que nuestros candidatos y candidatas sean en su mayoría jóvenes, que nuestro Gabinete de Gobierno, ministros y viceministros, tenga espacios para la juventud y que, por eso mismo, nuestra política social tome en cuenta las necesidades del país joven que somos y siempre seremos.
2- VENEZUELA ANTES Y DESPUÉS DEL BLOQUEO.
– Muchos de ustedes y muchos jóvenes que también van a votar identificados con sus propuestas renovadoras, eran infantes cuando la Revolución llegó al poder. Se puede decir que por la vía de la experiencia personal no han conocido otro sistema político que el socialismo en construcción y, por lo tanto, no tienen otra referencia de país, de sociedad y de sistema.
– Mi generación, muchachos, muchachas, es una generación que puede dar cuenta de un antes y un después de la revolución. Un antes y un después de las políticas capitalistas impuestas por el FMI y cumplidas por los gobernantes del otrora país que fuimos.
– Ustedes en cambio, y por fortuna, son hijos de este proceso bolivariano que inició hace ya dos décadas, es decir, nacieron, crecieron, se han ido formando, dentro de una Venezuela que apuesta por la justa distribución de la riqueza, el bienestar social para todos y todas, el acceso gratuito a todos los niveles educativos, derecho garantizado a la salud, etc.
– El modelo social que hemos venido construyendo se puede claramente diferenciar, en términos de logros concretos, a la IV República en la que yo crecí. En primer lugar, porque el Pacto de Puntofijo en 40 años no hizo sino empobrecer a la patria, alcanzando la trágica cifra del 70% de pobreza nacional.
– Para que tengan una idea, toda esa inversión social que el gobierno bolivariano inició desde la llegada del comandante Chávez al poder, y que para los dirigentes de la cuarta se trataba de “gasto público”, no superó el 25% del presupuesto nacional durante los 40 años de gobierno de la derecha.
– Y es que ese era precisamente el objetivo de la receta neoliberal que cumplía fielmente el Puntofijismo: el beneficio era para las élites económicas nacionales y extranjeras. El pueblo venezolano siempre estuvo al margen de dichos beneficios. Y ese fue el país que heredamos en 1998, hundido en la miseria social y en una crisis política estructural.
– A mi generación le tocó luchar por rehacer a la patria en un clima de desesperanza. La traición se había apropiado del ideal del 23 de enero. El desencanto se apropió del rostro del pueblo. Precisamente por eso es que las elecciones de 1998 marcaron un hito en la historia del país. No sólo porque el comandante Chávez no pertenecía a la dupla AD-Copei, él fue y siempre será el símbolo de la esperanza, de la refundación, de la independencia definitiva.
– No en vano el más caro propósito de la revolución fue iniciar
la épica de redistribuir la riqueza y pagar así la inmensa deuda social.
– Los primeros 15 años de la revolución, es decir antes del bloqueo y las sanciones ilegales, nuestro modelo socialista dio pasos extraordinarios: sacamos de la pobreza a millones de venezolanos y venezolanas. Disminuimos la desnutrición en un 57%. Creamos un sistema de misiones que en materia de salud solamente ha salvado ya a 1.7 millones de vidas. Se crearon en esos primeros años más de 5 millones de empleos, el acceso a internet llegó a ser de 6,62% lo que se traduce en 16,4 millones de usuarios y usuarias. Venezuela, según la ONU, alcanzó en Revolución un Índice de Desarrollo Humano (IDH) Alto, por encima de países como Brasil y México. En 2005 la UNESCO nos declaró Territorio Libre del Analfabetismo, gracias a la Misión Robinson y el método Yo sí puedo. Hoy hay más de 60 médicos por cada 10.000 habitantes. Además la Misión Barrio Adentro ha llevado módulos de atención y especialistas a cada rincón del país.
– Solucionar el déficit de vivienda siempre estuvo entre los primeros temas de la agenda social y por eso creamos una Gran Misión, que nació para cumplirle el sueño a las familias venezolanas de tener una casa propia, justa, de calidad. Me hago eco de las palabras del comandante Chávez cuando creó esta misión: “El drama de la vivienda es producto del capitalismo y por esa vía no tiene solución”, sino en socialismo, en un modelo que respete al otro, que se preocupe por los más vulnerables, que sea solidario, que honre la vida.
– La GMVV se ha propuesto la meta se construir 6 millones de hogares, bajo un concepto de transformación del hábitat y, en menos de 3 años, ya hay cerca de 3.200.000 viviendas construidas y entregadas.
– En términos de educación, nuestra inversión social se traduce en una tasa de escolaridad gratuita que en Venezuela subió gracias al Gobierno Bolivariano de 65% a 98%.
– Precisamente, por los logros sociales de la Revolución es que nos agreden. Como no han podido detener esta marcha con ataques políticos, decidieron dañar nuestra base económica y producir un desmoronamiento del modelo de inclusión social que construimos.
2.1. Antes y después de las sanciones.
– Ya son 6 años de la criminal guerra económica orquestada desde EEUU. Así como la mía es la generación del antes y después de la revolución, ustedes son precisamente la generación que puede hablar del antes y después de las sanciones. Y más aún, la mía fue la generación de la refundación de la patria, ustedes son la generación del desbloqueo.
– Obama firmó en 2014 un decreto infame que estigmatizaba a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria. Se recogieron 10 millones de firmas en ese momento para exigir la derogación inmediata de ese decreto. No todo el mundo sabía lo que implicaba en términos prácticos. Ahí inició un silencioso sabotaje económico que extranguló nuestra moneda con el dólar Cúcuta e introdujo una distorsión en los precios y el salario. Un inflación inducida.
– En 2014 se burlaron del término guerra económica y, en los medios de comunicación y desde los gremios empresariales, crearon la matriz de que el gobierno era ineficiente y responsable de la crisis que ellos mismos fabricaron: y así llegaron a la Asamblea en 2015, era parte del plan.
– La caída de los ingresos externos de Venezuela se acelera a partir de 2015, cuando comienza la persecución financiera contra PDVSA que culmina en 2019 con el robo de CITGO, la operación de despojo más grande que se haya cometido en la historia reciente contra alguna nación el mundo.
– Desde 2015 en adelante el ritmo de caída de los ingresos externos de Venezuela se eleva a 30 mil millones de dólares al año. Resulta imposible imaginar siquiera el tamaño de la presión que ha sido aplicada a nuestra economía y del sufrimiento a que ha sido sometido nuestro pueblo.
– ¿Y cómo medimos nosotros las grandes pérdidas del país? Precisamente en el sufrimiento humano. Porque esta guerra no es contra el gobierno, sino contra 30 millones de personas, es decir, contra todo un país.
3. RENOVAR LA ESPERANZA.
– Quienes luchamos en la IV República sabemos la importancia de renovar la esperanza en el ser humano. Sin ella nada de lo que hagamos tendrá sentido ni éxito.
– Se dirá que es difícil, pero la esperanza es hija de la dificultad, es ella quien le da sentido a los problemas, a las contradicciones, a las adversidades.
– Nosotros heredamos una esperanza de nuestros libertadores que, en medio de la guerra, proyectaban su deseo de paz y concordia: tenían esperanza en que nosotros encarnaríamos ese proyecto y lo defenderíamos con la pasión con la que ellos peleaban la libertad.
– Hay que renovar la esperanza, ese es el trabajo de esta generación: ustedes con su inteligencia, con su vigor, con su alegría, con su trabajo y su consciencia nacionalista serán recordados como la generación de la independencia económica y cultural.
– La Revolución ha estado bajo asedio desde su nacimiento, pero es cierto que durante los últimos 5 años pasaron cosas que no tienen precedentes en los 200 años de historia Republicana: que unos venezolanos se hayan confabulado con gobiernos extranjeros para bloquear, saquear e intervenir su propia patria sin importar el costo humano y político, es algo tan vergonzoso como inédito.
– Quien votó hace 5 años por la oposición lo hizo por desesperación: ya había iniciado la guerra a nuestra moneda a través del dólar Cúcuta, el contrabando y la especulación de los alimentos y la propaganda de desesperanza, que llevó a muchos de nuestros jóvenes a salir del país ante el clima de hostilidad. La mayoría de esos votantes que llevaron a la AN a esos diputados de oposición no los conocían a ellos y mucho menos sabían de sus planes entreguistas.
– Por eso ellos ocultaron a sus candidatos y sólo hablaron de la última cola. Otra vez la oferta engañosa de un futuro
– La guerra económica y la guerra psicológica que le imprimieron al pueblo no tenía como propósito hacerse del poder legislativo, ese era apenas el medio para el verdadero fin: provocar el Estado fallido.
– Estos 5 años todos los venezolanos y venezolanas de todas las creencias religiosas, de todas las clases sociales, de todas las procedencias étnicas, de todas las preferencias políticas, hayamos votado por ellos o no, hemos sufrido el impacto de una guerra económica, hemos vivido la amenaza de una invasión militar y hemos soportado la humillación nacional de ver cómo Juan Guaidó, Julio Borges, Ramos Allup y Leopoldo López, hacen el lobby y cobran jugosos porcentajes para que empresas extranjeras se roben Citgo, Monómeros, el Oro y las reservas nacionales que tenían
como destino la compra de alimentos, insumos médicos y materia prima para los bienes y servicios de la nación.
– Y nos hemos indignado cuando un familiar, un amigo o amiga, o el conocido de un conocido, sufre en carne propia la persecución por xenofobia, la explotación laboral y la humillación diaria por ser venezolano y venezolana inmigrante.
– Gracias a la convocatoria de una nueva Asamblea Nacional Constituyente Venezuela encontró el camino de regreso a la paz.
– Pero la paz no se logra con impunidad: ustedes van a legislar para garantizar justicia y reconciliación, para darle garantía a las madres que perdieron a sus hijos, a las mujeres que quedaron viudas, a los niños que quedaron huérfanos, a quienes sufren las consecuencias mortales de la irresponsabilidad de una élite; van a legislar para que la guerra no vuelva nunca más a ser invocada.
– La guerra económica no se puede negar, como tampoco se puede exonerar a sus responsables echándole la culpa al
Gobierno de Nicolás Maduro.
– La única manera de negar el impacto de las sanciones unilaterales y del bloqueo es negando a la gente que las sufre, porque sólo quien no padece las sanciones puede usarlas demagógicamente para ganar votos.
– Negar las sanciones y su impacto es burlarse del dolor de las familias y signo de que no han aprendido la lección. Sólo una política de Estado, que proteja de forma integral los intereses de la nación de cara a su desarrollo económico y a su soberanía, puede equilibrar la economía, y para eso se necesita un parlamento que asuma esta responsabilidad de legislar para superar el desastre que dejó el quinquenio oscuro de Ramos Allup, Julio Borges y Juan Guaidó.
4. VENCER Y CONVENCER.
– Mi generación usó el multígrafo, el megáfono y el cineclub, las canciones sociales y las asambleas de barrio para propagar la idea y la esperanza revolucionaria. Y no perdimos el tiempo: ahora se ven los frutos de la militancia de quienes teníamos 14, 15, 16 años en la Venezuela dormida. No descansamos en esto de convencer al obrero, a la mujer abandonada a los jóvenes nihilistas, a los campesinos sin tierra, a los estudiantes.
– La palabra, sobre todo la que evoca la posibilidad de un mundo mejor, de un cambio, nunca cae en el vacío.
– Ustedes tienen las Redes Sociales, un universo de posibilidades para hipercomunicar, para organizar, para movilizar en tiempo real y por distintas vías a la vez.
– Tenemos una verdad histórica, tenemos la razón y las herramientas que facilitan que nuestro mensaje y nuestra verdad se propague.
– Hay que convencer a quienes aún están escépticos, a quienes se desmoralizaron, a quienes nunca nos han dado el voto de confianza, a quienes no nos conocen, a quienes nos adversan.
– Con la palabra, con la canción, con la imagen, con argumentos, vamos a convocar a la juventud que es la principal víctima de la guerra económica. Vamos a llamarlos a construir el futuro hoy, y vamos a hacerlo nosotros.
-Yo no les digo con discurso que hagan todos los esfuerzos por convencer a los demás, lo hago con el ejemplo: el domingo pasado pedí que me incluyeran en los grupos de Whatsapp y de Telegram para aumentar mi actividad en Redes Sociales. En las primeras horas recibí más de 50 mil mensajes.
– Si alguien quiere hablar de capacidades de gobierno y de modelos exitosos para solucionar graves problemas sociales, tiene antes que comparar estos 15 años de Revolución con el atraso social de los 40 años de bipartidismo: ahí están los archivos a la mano, en YouTube, en Google, mostremos la historia reciente a quienes reniegan de ella.
– Usemos las Redes con sentido revolucionario, para que las Redes no sigan usando a Venezuela como fachada negativa para tapar la tragedia del capitalismo
– Nosotros pudimos sacar adelante al país y sólo nosotros, que hemos logrado resistir en los peores escenarios, podemos hacerlo de nuevo, mejorando las condiciones para la economía productiva.
– ¿Cuál es la alternativa al Socialismo Bolivariano? ¿El neoliberalismo? Veamos qué pasa en Chile ahora mismo, que era el modelo ejemplar, el paraíso de Latinoamérica. Van a tener que ir a una Constituyente para poder empezar a luchar por derechos que sólo el socialismo garantiza.
– La pregunta, para quien culpa al modelo socialista, es muy simple ¿Si el socialismo es un proyecto inviable en lo económico por qué entonces sabotean sus economías?
– Vamos a la Asamblea a resolver problemas, a crear soluciones reales para la gente real. Nuestros líderes vienen de las organizaciones populares, de la militancia partidista, no son fabricados en la Televisión o impuestos por gobiernos extranjeros.
– La gente va a votar el 6 de diciembre para demostrarle al mundo que somos independientes, pero también para que tengan solución sus problemas cotidianos.
– Nosotros tenemos experiencia y más fuerza que antes. Tenemos un pueblo que jamás dará su brazo a torcer ante los chantajes del imperialismo y ese pueblo hoy cree más en sus capacidades. A esta tierra no la pisotean más los traidores. Unidos y con el fervor patrio que nos caracteriza, venceremos todas las batallas.
– Quienes quisieron hundir la nave para cambiar al capitán, terminaron ellos mismos haciendo naufragar al propio amo del Norte y ahora huyen como ratas. A ellos les llegará la justicia.
– Debemos ganar esta elección y no será sólo el triunfo de GPP sobre las demás opciones, sino el triunfo de la esperanza contra la desesperanza, del nacionalismo contra el entreguismo, de la juventud contra quienes han hecho de la juventud su negocio, de la verdad contra la mentira.
– Nosotros fuimos la generación que junto a Hugo Chávez despertó al país. Lo sacamos de la pesadilla del Puntofijismo y nos pusimos de pie con el pueblo, para construir lo que hoy tenemos, lo que tratan de destruir los enemigos de esta patria.
– Ustedes son la generación que desbloqueará a Venezuela, la generación de los invictos de Carabobo.